Pídele a Dios por bendiciones y respuestas a tus plegarias, después sigue haciendo pequeños actos de servicio para otros que lo necesiten y quieran. Piensa en lo que puedes hacer por el Señor. La Biblia dice que todos deben agradecer y orar al Señor todo el tiempo. Recuerda hacer una cosa y esta es: "Confía en el Señor y de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo a él en todos sus caminos y Él allanará tus senderos"
"Esforzarse para ir por la puerta estrecha ... porque angosta es la puerta y recto es el camino que lleva a la vida, pero pocos lo encuentran..."
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Acepta las bendiciones y regalos de Dios, pero cuando finalmente obtengas lo que pidas, no olvides agradecerle
No exageres: Dios no quiere que nos sentemos en la iglesia todo el día o estemos en el suelo agradeciéndole, pero cuando Él te bendice con algo debes hacerlo.
Trabaja en el hábito de pedirle cada bendición y cada petición, pero sin olvidar ser siempre agradecido.
No guardes tus agradecimientos al Señor olvidando agradecerle por todos y cada uno de los momentos que vives.
Considera que si no quieres dejar tu respuesta pendiente: entonces cuando el Señor te bendiga con alguna cosa de lo que necesitas o pediste, asegúrate de agradecerle y no hagas eso en el futuro.
Recuerda cuánto te ha bendecido con cada cosa en tu vida, como el aire que tú y yo respiramos, por lo que debes darle las gracias.
Di dos palabras cada día después de tu oración antes de dormir "Gracias, Señor". Esto no te dañará de ninguna forma; de hecho te traerá más y más bendiciones en la vida, así que agradece a Dios.
Trata de estar en espíritu de gratitud todo el tiempo, cada segundo, porque esa es la gran felicidad que le podemos dar a nuestro Padre que nos hizo, como nuestro creador divino.
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